lunes, 7 de diciembre de 2009

Teatro.



Las 6.07 de la tarde.
Una oscuridad que inunda la lejanía de mi recuerdo.
Me pierdo. Mis ojos se quedan viendo un punto fijo en la pared, inexistente, ensoñada.
Tres, dos, uno, entrando en un mundo interior. En mi mundo. Un anuncio en la entrada es el aviso que me indica que estoy dentro de mi misma. Introspección.



Welcome to perla'sland!

Un mundo perfectamente normal, donde todo se vive en perfecta calma, donde los colores son perfectamente nitidos, donde la escencia es perfectamente tocable.
Así es mi mundo. No es un mundo rosa, todo lo contrario. Está tan lleno de colores y matices que es difícil darle nombre a todo lo que se ve.
Un sabor perfectamente dulce, agrío, ácido, tiene todos los sabores en un solo sabor. La música tan perfectamente melodiosa, tan pulcramente creada, que es fácil perderse en cada nota. Una escena puramente perfecta, tan perfecta que duele la cabeza solo con verla.

CRAAAAAASSHHHH!!

Nada es perfecto, esa es la realidad.

En mi mundo podían verse lágrimas y también sonrisas. Y para mí eso era perfección.
Estaba tan acostumbrada a esta vida que cuando quise salir de ella me resultó imposible.
Así pasan los días, el tiempo corre y no se deja alcanzar.
Pero dentro de mi perfección imperfecta suelo ser yo.
Generalmente soy yo.
Y no es que me guste fingir, claro que no, pero muchas veces el destino exige que cambie de papel.

Como en el teatro del absurdo, donde nada es todo y todo es nada, donde nada es lo que es, que divertido!
Porque cada día me levanto sin saber que papel tendré que personificar.
Tres, dos, uno.
El día comienza.
El telón cae.
Esta soy yo.

Teatro.



Las 6.07 de la tarde.
Una oscuridad que inunda la lejanía de mi recuerdo.
Me pierdo. Mis ojos se quedan viendo un punto fijo en la pared, inexistente, ensoñada.
Tres, dos, uno, entrando en un mundo interior. En mi mundo. Un anuncio en la entrada es el aviso que me indica que estoy dentro de mi misma. Introspección.



Welcome to perla'sland!

Un mundo perfectamente normal, donde todo se vive en perfecta calma, donde los colores son perfectamente nitidos, donde la escencia es perfectamente tocable.
Así es mi mundo. No es un mundo rosa, todo lo contrario. Está tan lleno de colores y matices que es difícil darle nombre a todo lo que se ve.
Un sabor perfectamente dulce, agrío, ácido, tiene todos los sabores en un solo sabor. La música tan perfectamente melodiosa, tan pulcramente creada, que es fácil perderse en cada nota. Una escena puramente perfecta, tan perfecta que duele la cabeza solo con verla.

CRAAAAAASSHHHH!!

Nada es perfecto, esa es la realidad.

En mi mundo podían verse lágrimas y también sonrisas. Y para mí eso era perfección.
Estaba tan acostumbrada a esta vida que cuando quise salir de ella me resultó imposible.
Así pasan los días, el tiempo corre y no se deja alcanzar.
Pero dentro de mi perfección imperfecta suelo ser yo.
Generalmente soy yo.
Y no es que me guste fingir, claro que no, pero muchas veces el destino exige que cambie de papel.

Como en el teatro del absurdo, donde nada es todo y todo es nada, donde nada es lo que es, que divertido!
Porque cada día me levanto sin saber que papel tendré que personificar.
Tres, dos, uno.
El día comienza.
El telón cae.
Esta soy yo.