sábado, 26 de junio de 2010

Sensual.

Un sábado cualquiera, a una hora cualquiera.
La noche comienza a descender sobre sus cuerpos desnudos, sobre sus ganas de amar.
El tiempo se detiene.
Magia.

La forma en que sus brazos se ciñen a su cintura es simplemente hermosa. La forma en que sus cuerpos embonan perfectamente como dos piezas de rompecabezas. La forma en que sus labios encajan a la perfección en los de él. La forma en que sus corazones laten al mismo compás cadencioso.
Algo tan mágico que pierde sentido, y parece estúpido amar tanto, la ironía de aquellas palabras jamás pronunciadas, las miradas, las manos que se deslizan por sus hombros, los silencios que los dos rompen, la oscuridad que los inunda, la forma en que él la hace sentir protegida, la forma en que ella lo hace sentir amado... La manera en que se pertenencen.
Una escena erótica sin erotismo, una imagen de amor sin miel, una canción sin letra ni acorde... El amor que su piel transpira, algo tan ridiculamente perfecto, cuyo final no estaba escrito.
La manera tan pura en que hacer el amor es más que eso... La sensualidad de sus palabras, que sus labios roban, cada beso, cada caricia, cada noche que ella despertó de sus sueños sintiendo la necesidad de él, de su cuerpo, de sus besos, de su tiempo. La manera en que él la calmó con solo hablarle... los sentimientos.

La forma en que ella sueña despierta, en que ella escribe, en que ella inventa en su imaginación ese momento... un momento que durará toda la vida.
La intensidad de sus palabras... la forma en que sus caricias no solo tocan su cuerpo, sino también su alma. La necesidad casi desesperada que siente hacia él.

La esperanza... todo se resumía a eso... & placer... despúes de todo, amarte es un placer.




lunes, 7 de junio de 2010

Notas...


Y hoy te extraño más que nunca.



Más.


Hoy te necesito conmigo, porfavor no me sueltes.
Hoy siento tanta tristeza que no dudaría en alejarme del mundo entero, no dudaría en volar hacia ti, no dudaría. Hoy tengo miedo. Tengo miedo de mi misma, de lo que pueda hacer en un momento de tristeza como este. Tengo miedo de mi familia, tengo miedo de caras conocidas. Dudo tanto de mi capacidad de supervivencia, porque en este momento te necesito aquí y no haya arriba.
¿Cuando vas a volver? Nunca...

Hoy te necesito más que nunca... más.

sábado, 5 de junio de 2010

Sola.


Ella estaba asustada y cansada.
Había pasado el límite de enojo, de cobardía y de dolor.
Había caminado con cuidado y precaución, siempre buscando tener cuidado para no sufrir.

Muchas veces se había preguntado cómo había terminado dónde ahora estaba, por cuales caminos había andado, que senderos había recorrido.

Ella... tan pequeña, tan frágil, tan asustada y sola, tan sola... tan sola...

Ella solo miraba al cielo pidiendo un milagro, algo que le recordara que seguía viva, que aún había caminos que recorrer, senderos que caminar y miradas que compartir.
Pero la realidad es que ella solo quería gritar lo mucho que sufría, porque constantemente lloraba, constantemente se sentía vacía y defraudada.

Ella caía... nuevamente estaba cayendo, nuevamente se sentía fallida, como una imagen que el televisor no puede proyectar. Como un anuncio pegado en la pared, que sigue ahí, pero la gente pasa y pasa sin mirarlo siquiera. Se sentía olvidada y poco a poco iba cayendo de nuevo.



Ella solo buscaba un milagro, solo esperaba... miraba al cielo como preguntandose cómo fué que es quién ahora era... cómo fué que se fué olvidando, como fué que se fué volviendo invisible...
Ella solo esperaba... en busca de ese ser que un día partió y no iba a volver nunca más, en muchos años, en muchas vidas, en muchas eras... ella solo esperaba estar con él, ella solo quería darse un maldito balazo, aventarse de un maldito puente y no volver jamás...
Ella se siente sola, de nuevo... si, de nuevo, que terrible broma.


Papá, te extraño.

Sensual.

Un sábado cualquiera, a una hora cualquiera.
La noche comienza a descender sobre sus cuerpos desnudos, sobre sus ganas de amar.
El tiempo se detiene.
Magia.

La forma en que sus brazos se ciñen a su cintura es simplemente hermosa. La forma en que sus cuerpos embonan perfectamente como dos piezas de rompecabezas. La forma en que sus labios encajan a la perfección en los de él. La forma en que sus corazones laten al mismo compás cadencioso.
Algo tan mágico que pierde sentido, y parece estúpido amar tanto, la ironía de aquellas palabras jamás pronunciadas, las miradas, las manos que se deslizan por sus hombros, los silencios que los dos rompen, la oscuridad que los inunda, la forma en que él la hace sentir protegida, la forma en que ella lo hace sentir amado... La manera en que se pertenencen.
Una escena erótica sin erotismo, una imagen de amor sin miel, una canción sin letra ni acorde... El amor que su piel transpira, algo tan ridiculamente perfecto, cuyo final no estaba escrito.
La manera tan pura en que hacer el amor es más que eso... La sensualidad de sus palabras, que sus labios roban, cada beso, cada caricia, cada noche que ella despertó de sus sueños sintiendo la necesidad de él, de su cuerpo, de sus besos, de su tiempo. La manera en que él la calmó con solo hablarle... los sentimientos.

La forma en que ella sueña despierta, en que ella escribe, en que ella inventa en su imaginación ese momento... un momento que durará toda la vida.
La intensidad de sus palabras... la forma en que sus caricias no solo tocan su cuerpo, sino también su alma. La necesidad casi desesperada que siente hacia él.

La esperanza... todo se resumía a eso... & placer... despúes de todo, amarte es un placer.




Notas...


Y hoy te extraño más que nunca.



Más.


Hoy te necesito conmigo, porfavor no me sueltes.
Hoy siento tanta tristeza que no dudaría en alejarme del mundo entero, no dudaría en volar hacia ti, no dudaría. Hoy tengo miedo. Tengo miedo de mi misma, de lo que pueda hacer en un momento de tristeza como este. Tengo miedo de mi familia, tengo miedo de caras conocidas. Dudo tanto de mi capacidad de supervivencia, porque en este momento te necesito aquí y no haya arriba.
¿Cuando vas a volver? Nunca...

Hoy te necesito más que nunca... más.

Sola.


Ella estaba asustada y cansada.
Había pasado el límite de enojo, de cobardía y de dolor.
Había caminado con cuidado y precaución, siempre buscando tener cuidado para no sufrir.

Muchas veces se había preguntado cómo había terminado dónde ahora estaba, por cuales caminos había andado, que senderos había recorrido.

Ella... tan pequeña, tan frágil, tan asustada y sola, tan sola... tan sola...

Ella solo miraba al cielo pidiendo un milagro, algo que le recordara que seguía viva, que aún había caminos que recorrer, senderos que caminar y miradas que compartir.
Pero la realidad es que ella solo quería gritar lo mucho que sufría, porque constantemente lloraba, constantemente se sentía vacía y defraudada.

Ella caía... nuevamente estaba cayendo, nuevamente se sentía fallida, como una imagen que el televisor no puede proyectar. Como un anuncio pegado en la pared, que sigue ahí, pero la gente pasa y pasa sin mirarlo siquiera. Se sentía olvidada y poco a poco iba cayendo de nuevo.



Ella solo buscaba un milagro, solo esperaba... miraba al cielo como preguntandose cómo fué que es quién ahora era... cómo fué que se fué olvidando, como fué que se fué volviendo invisible...
Ella solo esperaba... en busca de ese ser que un día partió y no iba a volver nunca más, en muchos años, en muchas vidas, en muchas eras... ella solo esperaba estar con él, ella solo quería darse un maldito balazo, aventarse de un maldito puente y no volver jamás...
Ella se siente sola, de nuevo... si, de nuevo, que terrible broma.


Papá, te extraño.