domingo, 22 de septiembre de 2013

Fragmento.

"Esa noche su plegaria sería diferente, y no hacía falta que ella explicara porqué. Simplemente había decidido abandonar toda lucha (imaginaria o no) con todos los ex amores que le impedían llegar hasta el corazón de ese chico. Alguna vez ella había prometido no quitar el dedo del renglón porque sabía dentro de sí que ella podría hacerlo feliz. Pero ella no contaba con un factor decisivo para lograr lo que se había propuesto: el no quería ser feliz con ella.
Sin más, elevó sus palabras deseando que ese Ser supremo estuviera disponible esa noche para escucharla:
-Señor, sé que sabes todos los deseos que guardo en mi corazón, pero hoy no quiero pedirte por ninguno de ellos. Hoy hay algo especial. Lo he querido desde que puedo recordarlo. He deseado tanto su compañía, he creído con seguridad que yo podría hacerlo feliz. Hoy supe que no es así. Supe que aunque lo intentaramos hay cosas que jamás podría darle. Cosas que sé que el busca pero no en mi. Me duele admitir que estuve tan cerca y a la vez tan lejos, me duele pensar que juraba tener todo para hacerl feliz. Dios, por favor, haz que deje de quererlo. Ya no quiero quererlo de esta forma, no quiero tener ese estandar de "hombre perfecto" en mi cabeza y buscar siempre llenarlo, porque no existe nadie como él. Quita de mi cualquier sentimiento de amor  hacia el, porque sé que nunca va a corresponderlo. Sé que nunca seré el paquete completo para él. Hoy lo entendí y hoy quiero dejar de quererlo.-

Sin saberlo, esa noche dio el primer paso a algo nuevo, que desconocía y temía pero sabía que había llegado el momento de iniciar. Ese día se prometió a si misma dos cosas: 1) Todo seguiría igual, su relación no cambiaría y 2) No volvería a permitirse sentir toda aquella basura que algunos llamaban amor, porque dentro de su cabeza había entendido que el amor no existe."

-Tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro-

Fragmento.

"Esa noche su plegaria sería diferente, y no hacía falta que ella explicara porqué. Simplemente había decidido abandonar toda lucha (imaginaria o no) con todos los ex amores que le impedían llegar hasta el corazón de ese chico. Alguna vez ella había prometido no quitar el dedo del renglón porque sabía dentro de sí que ella podría hacerlo feliz. Pero ella no contaba con un factor decisivo para lograr lo que se había propuesto: el no quería ser feliz con ella.
Sin más, elevó sus palabras deseando que ese Ser supremo estuviera disponible esa noche para escucharla:
-Señor, sé que sabes todos los deseos que guardo en mi corazón, pero hoy no quiero pedirte por ninguno de ellos. Hoy hay algo especial. Lo he querido desde que puedo recordarlo. He deseado tanto su compañía, he creído con seguridad que yo podría hacerlo feliz. Hoy supe que no es así. Supe que aunque lo intentaramos hay cosas que jamás podría darle. Cosas que sé que el busca pero no en mi. Me duele admitir que estuve tan cerca y a la vez tan lejos, me duele pensar que juraba tener todo para hacerl feliz. Dios, por favor, haz que deje de quererlo. Ya no quiero quererlo de esta forma, no quiero tener ese estandar de "hombre perfecto" en mi cabeza y buscar siempre llenarlo, porque no existe nadie como él. Quita de mi cualquier sentimiento de amor  hacia el, porque sé que nunca va a corresponderlo. Sé que nunca seré el paquete completo para él. Hoy lo entendí y hoy quiero dejar de quererlo.-

Sin saberlo, esa noche dio el primer paso a algo nuevo, que desconocía y temía pero sabía que había llegado el momento de iniciar. Ese día se prometió a si misma dos cosas: 1) Todo seguiría igual, su relación no cambiaría y 2) No volvería a permitirse sentir toda aquella basura que algunos llamaban amor, porque dentro de su cabeza había entendido que el amor no existe."

-Tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro-