sábado, 27 de febrero de 2010

Reseña.


El destino me dejaba saber de muchas maneras que iba en la dirección correcta. Pero la máxima señal de que estaba avanzando era mi felicidad. Me sentía llena de vida, totalmente renovada, totalmente feliz. En mi paso por la vida pude encontrarme mucha gente, muchas circunstancias, muchas cosas pasaron y ahora estaba aquí. Tuve que tomar decisiones que me hicieron crecer. Aprendí a correr sin tener que caminar, y cuando tropezé supe que era necesario ir más lento.

Pero ahora todo estaba bien.
En la cabeza tenía neuronas, en los pulmones tenía aire y en todo mi ser tenía vida.
Me sentía feliz.
Porque no todos despiertan día a día. Muchas personas mueren, algunas fisicamente, otras tantas mentalmente, y muchas más mueren sin siquiera saberlo.
Pero algo que iba más allá de todo era el hecho de mi felicidad.
Mucho tiempo creí buscar mi felicidad en algo más, algo externo a mí. Pero un buen día me dí cuenta de que mi tristeza era decición propia. A todos nos pasan cosas drásticas, pero la decición de levantarse es personal. Todos hemos tenido alguna pérdida, no solo muertes, sino pérdidas materiales, espirituales, incluso hay gente que se pierde a sí misma. Yo fuí una de ellas.

Pero no importaba. Ahora estaba aquí. Ahora sentía deseos de hacer todo lo que no hice en esos tres años y medio. Ahora no me arrepentía de cada acto que hacía. Sentía ganas de experimentar, pero no de hacerlo basandome en el plan de "ensayo y error". Estaba decidida a hacer las cosas bien.
Y lo hice.

Tan viva que dá miedo. Con tanto aire en los pulmones como agua en el mar.
Tanto.... tanto que deseaba.
Tanto que lograría.

Vivir no es solo una acción. Vivir es un milagro y cabe señalar que haces el milagro.


domingo, 14 de febrero de 2010

P.S. I love you.

Antes de iniciar: Feliz catorce de Febrero! Para quienes no conocen la tradición mexicana: El catorce de febrero es el día del amor y la amistad. Así que feliz día a todos!
Dicho esto, comenzaré a escribir.



''Hemos compartido momentos preciosos y has hecho de mi vida... has sido mi vida. No tengo nada de lo que arrepentirme, pero yo solo soy un capitulo de tu vida, y habrá muchos más. Conserva nuestros recuerdos, pero, por favor, no tengas miedo de crear otros''
Gerry a Holly
Última carta
P.S. I love you



Muchas veces me encontré dandole vueltas al mismo dolor, dandole forma, recordando, poniendole limón a la herida para que doliera más.
Sazoné este dolor y le sumé muchos otros, pero nunca me dí cuenta de que estaba perdiendo el control de la situación. Nunca lo pensé hasta que apareciste tú.
Y tal vez no seas el único, ni el último.
Tal vez aún nisiquiera existes.
Te conosco tan poco, pero ese poco me ha bastado para quedar deslumbrada. Eres tan especial que cuesta trabajo creer que fui yo quién se encontró con este gran tesoro. Pero así es, la vida dá sorpresas que muchas veces creemos no merecer.
Escribo esto perdida en la ilusión de los amores. Todos tan diferentes y nuevos. Todos tienen algo especial, que podría jurar que no existe un primer amor, porque todos son primeros en algo.
No con todos regalas un primer beso, no con todos regalas un te amo, no con todos entregas tu vida... y no con todos sientes igual.
Así que comienzo a pensar que no existe un primer amor, pero sí en algo estoy de acuerdo es en que el amor sensibiliza, crea, purifica, protege... el amor es todo. Y si el amor no te pone loco, entonces lo siento querido, pero no es amor.
El amor tiene la capacidad de destruirte o renovarte, pero todo está en la capacidad que tengas de permitirte sentirte amado.
Yo estuve perdida mucho tiempo.
Estuve guardando mi corazón en un cofre bajo llave, impidiendo siempre que alguien más llegara a él. Y aquí estoy ahora, dejandome envolver por frases, por situaciones, por circunstancias... por ti. Y debo admitir que tengo miedo, pero sé que tu me haces estar bien. De alguna manera extraña, logras estabilizar mi vida, darle un equilibrio, darle un balance, darle un aquí y ahora.
Y a pesar de eso tengo miedo.
Y estuve perdida... pero tú me ayudaste a encontrarme.

Fotografía tomada en clase de Teorías y sistemas psicologicos. Aburrida y perdiendo el tiempo en algo... creando esta bella imagen (: .

jueves, 11 de febrero de 2010

Im...posible




Muchas veces desee estar tres metros bajo tierra.
Me consumía día a día sin vivir, temerosa de todo...



...Pero un buen día desperte del estado que yo catalogaba como "zombie".
Es gracioso recordarlo...no, en realidad no lo es.
Viví por tres años (y contando...) en una pesadilla autoproclamada.
Recuerdo cuando despertaba totalmente adormecida. Odiaba la sola idea de abrir los ojos y ver el mundo tan igual. Tan lleno de maldad, de sueños rotos, de frustraciones, de nada.
Creo que muchos habran notado que siempre escribo acerca de la nada.Bueno, si lo hago es porque la viví realmente de cerca. Convivía en total pacifidad con ella. Despertaba con ella, me dormía con ella, hacía el amor con ella, porque la nada me hacía sentirme amada en soledad. Amada por nada...por nadie.

Pero un día (un bendito día, debo decir) me cansé de esto.
Me cansé de la nada, porque un día ella se marchó, tal como lo hacía el resto. Entonces me dí cuenta de que yo misma atraía mis desgracias. Pueden llamarle karma, ley de la atracción, pecados o blablabla, catalogarla como cualquier otra cosa en el mundo. Pero me dí cuenta de eso y ahí fue cuando comenzó la magia.
Desperté cansada de mi autoproclamado estado zombie.
Deje de recordar cosas tontas y empezé a maravillarme por el aire que magistralmente entraba por mis pulmones, y que a su paso parecía llevarse cualquier dolor. Y no me refiero a dolor físico, quiero decir que mi alma estaba por fin sanando.
Y aquí estoy. Sigo maravillandome por el milagro de despertar cada mañana.
Sigo maravillandome por el chico que me sonríe de forma coqueta.
Tengo 18 años, por Dios! Me falta vivir....no puedo darme el lujo de vivir sumida en los ayeres (si, "los ayeres"... fueron tantos!)

Y así fue como desperte... y así fue como comenzé a vivir.

Lo imposible no es imposible... es solo dificil de conseguir.

martes, 9 de febrero de 2010

Operación autorescate.


Aveces mis decisiones eran erróneas, y yo lo sabía.Supe que no era perfecta, y que esas decisiones algún día me llevarían a algo catastroficamente malo.Tal vez no sería tan malo, después de todo.Me la pasaba dañando sin intensión.Muchas veces me desperté en medio de la noche, con una sensación de soledad que me asfixiaba y me enmudecía. Además de eso, tengo que remarcar la extraordinaria capacidad que tenía de dañarme a mi misma, y de meterme en problemas.Un problema me llevaba a otro, y ese problema a su vez me metía en diez más.

Con el tiempo, fui tomando prioridades, abandonando metas, luchando por la ley de la supervivencia.llegué al punto de creer que mejorar era una opción, no una regla, de creer que se podía vivir siempre a mediación de todo, siempre sumida en la mediocridad.

La realidad es que estaba caminando, en círculos y con el rumbo perdido.

Entonces decidí encontrarme aunque en el trayecto tuviera que perder un montón de cosas más. Después de todo, los amigos se iban, algunos por decidión propia, algunos más por muerte, enfermedad, situaciones de la vida que una persona no puede controlar. Los amores y amantes iban desapareciendo, uno a uno. Por decición propia, por convicción, por metas, por huir.

Todo y todos se iban, uno a uno. Así que al final de todo solo quedaba yo.

Quería encontrarme, tenía que hacerlo.


Entonces comenzó el día uno de la operación autorescate. El inicio de sepa el cielo cuantos inicios más habría que tomar. había decidido recorrer el camino con valentía, con audacia, con temor... con todo lo que implicaba ser yo.

Porque me había cansado de ser alguien más que nunca fuí.


Cabe señalar que escribo desde la escuela, sentada en el laboratorio de computo, con el frío quemandome la sangre debajo de la piel! D:


lunes, 8 de febrero de 2010

Con la fidelidad de un café.


Las 8.31 pm.
Un Lunes 08 de Febrero.
Las horas pasan lentamente en el silencio de mi habitación.
Mi gran ventana, testigo de mis innumerables días grises, de mis derrumbes y mis reconstrucciones. Es más fácil dar lucha cuando se sabe que la esperanza prevalece.
Esperanza? Había olvidado el significado de esa palabra.
Y no es por que quiera ser negativa, pero como mencioné antes (o mejor dicho, un montón de veces antes), tenía la gran capacidad de meterme en líos amorosos, de romperme, de ser mil, y al final ser yo.
Pero mi ventana era mi gran testigo, quién me vió llorar tu adiós, negar tu perdida y superar tu ausencia.
Era más fácil, porque siempre encontré una manera de sobrellevar el dolor... con otro dolor, si, eso era cierto, pero siempre supe también que encontrar esta manera era solo una forma de disfrazarlo todo. Así que me encontraba con un bonito antifaz, al cual recurría cada que era necesario.
Pero siempre estuve sola. Frente a mi ventana, viviendo lo que venía, luchando lo que venía, superando lo que venía... pero siempre sola.
Sola, con un café. Un café, mi ventana y yo.
Un café en el que aprendí a ahogar cada una de mis pasiones, a dejar ir cada frustración... a sangrar cada dolor. Y cuando lo digo no estoy siendo literal, claro que no. De verdad sucedió todo, y tengo muestras que pueden darle validez a lo que escribo.
Y siempre estuve sola.
Sola con mi único amante. Mi café.

Conversación.


...-Pero dicen que creer de más es casi un pecado.
Algo tan terriblemente patético que es mejor no creer en nadie.
-En nadie?- Preguntó.
-No, en nadie... me refiero a que llega un momento en que eres nada... y nadie.
-Y que es lo que te hace no creer en nadie?-Sus ojos me miraban con la audacia de un investigador que quiere llegar a fondo, al punto de la verdad.

-Bueno pues... no puedes creer en alguien si no crees en ti mismo, por tanto es más fácil mentirte a ti que mentirle al resto del mundo. Es triste cuando llegas al punto en que tu mismo crees tus mentiras.




sábado, 6 de febrero de 2010

Experiencias.


En el silencio de mis noches...
para la frialdad de mis dias, que son tantos.
para la oscuridad de mis noches, que son tantos.
Para mi misma, como recuerdo de lo que es la precaución.


Inicio esto sin saber como iniciar.
Las cosas tienen principio y fin, las situaciones tienen principio y fin.
Muchas cosas tienen principio y fin, pero yo misma no sabía cual era mi principio y fin.
Creo que muchas veces he hablado de algunos de mis traumas, de mis problemas, de las cosas y circunstancias que me han hecho ser quien soy.
Y siempre fui yo. Creí que con ser yo misma bastaría para hacer feliz a alguien, para ser la sonrisa de alguien más. Creí que asi era.
Siempre fuí feliz, cautelosamente. Porque mis traumas me mantenían apartada, alejada comódamente de todo aquello que simulara una amenaza para mi seguridad personal. Y después el amor me hizo caer de nuevo. Fue bueno, lo disfruté hasta el último segundo.
Pero como todo tiene un principio y un fin, me encuentro aquí, instalada comódamente de nuevo en mi soledad. Y es que creo que es más fácil asi, porque sola me es imposible dañar a alguien más que no sea yo misma. Es más fácil dañarme a mi misma y pagar yo misma el precio de los daños. Muchas veces lo he pagado, así que una vez más, no importaba.

Y como leí varias veces, bien dicen que los amores hay que experimentarlos en carne ajena, y los quereres en carne propia.

Reseña.


El destino me dejaba saber de muchas maneras que iba en la dirección correcta. Pero la máxima señal de que estaba avanzando era mi felicidad. Me sentía llena de vida, totalmente renovada, totalmente feliz. En mi paso por la vida pude encontrarme mucha gente, muchas circunstancias, muchas cosas pasaron y ahora estaba aquí. Tuve que tomar decisiones que me hicieron crecer. Aprendí a correr sin tener que caminar, y cuando tropezé supe que era necesario ir más lento.

Pero ahora todo estaba bien.
En la cabeza tenía neuronas, en los pulmones tenía aire y en todo mi ser tenía vida.
Me sentía feliz.
Porque no todos despiertan día a día. Muchas personas mueren, algunas fisicamente, otras tantas mentalmente, y muchas más mueren sin siquiera saberlo.
Pero algo que iba más allá de todo era el hecho de mi felicidad.
Mucho tiempo creí buscar mi felicidad en algo más, algo externo a mí. Pero un buen día me dí cuenta de que mi tristeza era decición propia. A todos nos pasan cosas drásticas, pero la decición de levantarse es personal. Todos hemos tenido alguna pérdida, no solo muertes, sino pérdidas materiales, espirituales, incluso hay gente que se pierde a sí misma. Yo fuí una de ellas.

Pero no importaba. Ahora estaba aquí. Ahora sentía deseos de hacer todo lo que no hice en esos tres años y medio. Ahora no me arrepentía de cada acto que hacía. Sentía ganas de experimentar, pero no de hacerlo basandome en el plan de "ensayo y error". Estaba decidida a hacer las cosas bien.
Y lo hice.

Tan viva que dá miedo. Con tanto aire en los pulmones como agua en el mar.
Tanto.... tanto que deseaba.
Tanto que lograría.

Vivir no es solo una acción. Vivir es un milagro y cabe señalar que haces el milagro.


P.S. I love you.

Antes de iniciar: Feliz catorce de Febrero! Para quienes no conocen la tradición mexicana: El catorce de febrero es el día del amor y la amistad. Así que feliz día a todos!
Dicho esto, comenzaré a escribir.



''Hemos compartido momentos preciosos y has hecho de mi vida... has sido mi vida. No tengo nada de lo que arrepentirme, pero yo solo soy un capitulo de tu vida, y habrá muchos más. Conserva nuestros recuerdos, pero, por favor, no tengas miedo de crear otros''
Gerry a Holly
Última carta
P.S. I love you



Muchas veces me encontré dandole vueltas al mismo dolor, dandole forma, recordando, poniendole limón a la herida para que doliera más.
Sazoné este dolor y le sumé muchos otros, pero nunca me dí cuenta de que estaba perdiendo el control de la situación. Nunca lo pensé hasta que apareciste tú.
Y tal vez no seas el único, ni el último.
Tal vez aún nisiquiera existes.
Te conosco tan poco, pero ese poco me ha bastado para quedar deslumbrada. Eres tan especial que cuesta trabajo creer que fui yo quién se encontró con este gran tesoro. Pero así es, la vida dá sorpresas que muchas veces creemos no merecer.
Escribo esto perdida en la ilusión de los amores. Todos tan diferentes y nuevos. Todos tienen algo especial, que podría jurar que no existe un primer amor, porque todos son primeros en algo.
No con todos regalas un primer beso, no con todos regalas un te amo, no con todos entregas tu vida... y no con todos sientes igual.
Así que comienzo a pensar que no existe un primer amor, pero sí en algo estoy de acuerdo es en que el amor sensibiliza, crea, purifica, protege... el amor es todo. Y si el amor no te pone loco, entonces lo siento querido, pero no es amor.
El amor tiene la capacidad de destruirte o renovarte, pero todo está en la capacidad que tengas de permitirte sentirte amado.
Yo estuve perdida mucho tiempo.
Estuve guardando mi corazón en un cofre bajo llave, impidiendo siempre que alguien más llegara a él. Y aquí estoy ahora, dejandome envolver por frases, por situaciones, por circunstancias... por ti. Y debo admitir que tengo miedo, pero sé que tu me haces estar bien. De alguna manera extraña, logras estabilizar mi vida, darle un equilibrio, darle un balance, darle un aquí y ahora.
Y a pesar de eso tengo miedo.
Y estuve perdida... pero tú me ayudaste a encontrarme.

Fotografía tomada en clase de Teorías y sistemas psicologicos. Aburrida y perdiendo el tiempo en algo... creando esta bella imagen (: .

Im...posible




Muchas veces desee estar tres metros bajo tierra.
Me consumía día a día sin vivir, temerosa de todo...



...Pero un buen día desperte del estado que yo catalogaba como "zombie".
Es gracioso recordarlo...no, en realidad no lo es.
Viví por tres años (y contando...) en una pesadilla autoproclamada.
Recuerdo cuando despertaba totalmente adormecida. Odiaba la sola idea de abrir los ojos y ver el mundo tan igual. Tan lleno de maldad, de sueños rotos, de frustraciones, de nada.
Creo que muchos habran notado que siempre escribo acerca de la nada.Bueno, si lo hago es porque la viví realmente de cerca. Convivía en total pacifidad con ella. Despertaba con ella, me dormía con ella, hacía el amor con ella, porque la nada me hacía sentirme amada en soledad. Amada por nada...por nadie.

Pero un día (un bendito día, debo decir) me cansé de esto.
Me cansé de la nada, porque un día ella se marchó, tal como lo hacía el resto. Entonces me dí cuenta de que yo misma atraía mis desgracias. Pueden llamarle karma, ley de la atracción, pecados o blablabla, catalogarla como cualquier otra cosa en el mundo. Pero me dí cuenta de eso y ahí fue cuando comenzó la magia.
Desperté cansada de mi autoproclamado estado zombie.
Deje de recordar cosas tontas y empezé a maravillarme por el aire que magistralmente entraba por mis pulmones, y que a su paso parecía llevarse cualquier dolor. Y no me refiero a dolor físico, quiero decir que mi alma estaba por fin sanando.
Y aquí estoy. Sigo maravillandome por el milagro de despertar cada mañana.
Sigo maravillandome por el chico que me sonríe de forma coqueta.
Tengo 18 años, por Dios! Me falta vivir....no puedo darme el lujo de vivir sumida en los ayeres (si, "los ayeres"... fueron tantos!)

Y así fue como desperte... y así fue como comenzé a vivir.

Lo imposible no es imposible... es solo dificil de conseguir.

Operación autorescate.


Aveces mis decisiones eran erróneas, y yo lo sabía.Supe que no era perfecta, y que esas decisiones algún día me llevarían a algo catastroficamente malo.Tal vez no sería tan malo, después de todo.Me la pasaba dañando sin intensión.Muchas veces me desperté en medio de la noche, con una sensación de soledad que me asfixiaba y me enmudecía. Además de eso, tengo que remarcar la extraordinaria capacidad que tenía de dañarme a mi misma, y de meterme en problemas.Un problema me llevaba a otro, y ese problema a su vez me metía en diez más.

Con el tiempo, fui tomando prioridades, abandonando metas, luchando por la ley de la supervivencia.llegué al punto de creer que mejorar era una opción, no una regla, de creer que se podía vivir siempre a mediación de todo, siempre sumida en la mediocridad.

La realidad es que estaba caminando, en círculos y con el rumbo perdido.

Entonces decidí encontrarme aunque en el trayecto tuviera que perder un montón de cosas más. Después de todo, los amigos se iban, algunos por decidión propia, algunos más por muerte, enfermedad, situaciones de la vida que una persona no puede controlar. Los amores y amantes iban desapareciendo, uno a uno. Por decición propia, por convicción, por metas, por huir.

Todo y todos se iban, uno a uno. Así que al final de todo solo quedaba yo.

Quería encontrarme, tenía que hacerlo.


Entonces comenzó el día uno de la operación autorescate. El inicio de sepa el cielo cuantos inicios más habría que tomar. había decidido recorrer el camino con valentía, con audacia, con temor... con todo lo que implicaba ser yo.

Porque me había cansado de ser alguien más que nunca fuí.


Cabe señalar que escribo desde la escuela, sentada en el laboratorio de computo, con el frío quemandome la sangre debajo de la piel! D:


Con la fidelidad de un café.


Las 8.31 pm.
Un Lunes 08 de Febrero.
Las horas pasan lentamente en el silencio de mi habitación.
Mi gran ventana, testigo de mis innumerables días grises, de mis derrumbes y mis reconstrucciones. Es más fácil dar lucha cuando se sabe que la esperanza prevalece.
Esperanza? Había olvidado el significado de esa palabra.
Y no es por que quiera ser negativa, pero como mencioné antes (o mejor dicho, un montón de veces antes), tenía la gran capacidad de meterme en líos amorosos, de romperme, de ser mil, y al final ser yo.
Pero mi ventana era mi gran testigo, quién me vió llorar tu adiós, negar tu perdida y superar tu ausencia.
Era más fácil, porque siempre encontré una manera de sobrellevar el dolor... con otro dolor, si, eso era cierto, pero siempre supe también que encontrar esta manera era solo una forma de disfrazarlo todo. Así que me encontraba con un bonito antifaz, al cual recurría cada que era necesario.
Pero siempre estuve sola. Frente a mi ventana, viviendo lo que venía, luchando lo que venía, superando lo que venía... pero siempre sola.
Sola, con un café. Un café, mi ventana y yo.
Un café en el que aprendí a ahogar cada una de mis pasiones, a dejar ir cada frustración... a sangrar cada dolor. Y cuando lo digo no estoy siendo literal, claro que no. De verdad sucedió todo, y tengo muestras que pueden darle validez a lo que escribo.
Y siempre estuve sola.
Sola con mi único amante. Mi café.

Conversación.


...-Pero dicen que creer de más es casi un pecado.
Algo tan terriblemente patético que es mejor no creer en nadie.
-En nadie?- Preguntó.
-No, en nadie... me refiero a que llega un momento en que eres nada... y nadie.
-Y que es lo que te hace no creer en nadie?-Sus ojos me miraban con la audacia de un investigador que quiere llegar a fondo, al punto de la verdad.

-Bueno pues... no puedes creer en alguien si no crees en ti mismo, por tanto es más fácil mentirte a ti que mentirle al resto del mundo. Es triste cuando llegas al punto en que tu mismo crees tus mentiras.




Experiencias.


En el silencio de mis noches...
para la frialdad de mis dias, que son tantos.
para la oscuridad de mis noches, que son tantos.
Para mi misma, como recuerdo de lo que es la precaución.


Inicio esto sin saber como iniciar.
Las cosas tienen principio y fin, las situaciones tienen principio y fin.
Muchas cosas tienen principio y fin, pero yo misma no sabía cual era mi principio y fin.
Creo que muchas veces he hablado de algunos de mis traumas, de mis problemas, de las cosas y circunstancias que me han hecho ser quien soy.
Y siempre fui yo. Creí que con ser yo misma bastaría para hacer feliz a alguien, para ser la sonrisa de alguien más. Creí que asi era.
Siempre fuí feliz, cautelosamente. Porque mis traumas me mantenían apartada, alejada comódamente de todo aquello que simulara una amenaza para mi seguridad personal. Y después el amor me hizo caer de nuevo. Fue bueno, lo disfruté hasta el último segundo.
Pero como todo tiene un principio y un fin, me encuentro aquí, instalada comódamente de nuevo en mi soledad. Y es que creo que es más fácil asi, porque sola me es imposible dañar a alguien más que no sea yo misma. Es más fácil dañarme a mi misma y pagar yo misma el precio de los daños. Muchas veces lo he pagado, así que una vez más, no importaba.

Y como leí varias veces, bien dicen que los amores hay que experimentarlos en carne ajena, y los quereres en carne propia.