jueves, 11 de febrero de 2010

Im...posible




Muchas veces desee estar tres metros bajo tierra.
Me consumía día a día sin vivir, temerosa de todo...



...Pero un buen día desperte del estado que yo catalogaba como "zombie".
Es gracioso recordarlo...no, en realidad no lo es.
Viví por tres años (y contando...) en una pesadilla autoproclamada.
Recuerdo cuando despertaba totalmente adormecida. Odiaba la sola idea de abrir los ojos y ver el mundo tan igual. Tan lleno de maldad, de sueños rotos, de frustraciones, de nada.
Creo que muchos habran notado que siempre escribo acerca de la nada.Bueno, si lo hago es porque la viví realmente de cerca. Convivía en total pacifidad con ella. Despertaba con ella, me dormía con ella, hacía el amor con ella, porque la nada me hacía sentirme amada en soledad. Amada por nada...por nadie.

Pero un día (un bendito día, debo decir) me cansé de esto.
Me cansé de la nada, porque un día ella se marchó, tal como lo hacía el resto. Entonces me dí cuenta de que yo misma atraía mis desgracias. Pueden llamarle karma, ley de la atracción, pecados o blablabla, catalogarla como cualquier otra cosa en el mundo. Pero me dí cuenta de eso y ahí fue cuando comenzó la magia.
Desperté cansada de mi autoproclamado estado zombie.
Deje de recordar cosas tontas y empezé a maravillarme por el aire que magistralmente entraba por mis pulmones, y que a su paso parecía llevarse cualquier dolor. Y no me refiero a dolor físico, quiero decir que mi alma estaba por fin sanando.
Y aquí estoy. Sigo maravillandome por el milagro de despertar cada mañana.
Sigo maravillandome por el chico que me sonríe de forma coqueta.
Tengo 18 años, por Dios! Me falta vivir....no puedo darme el lujo de vivir sumida en los ayeres (si, "los ayeres"... fueron tantos!)

Y así fue como desperte... y así fue como comenzé a vivir.

Lo imposible no es imposible... es solo dificil de conseguir.

Im...posible




Muchas veces desee estar tres metros bajo tierra.
Me consumía día a día sin vivir, temerosa de todo...



...Pero un buen día desperte del estado que yo catalogaba como "zombie".
Es gracioso recordarlo...no, en realidad no lo es.
Viví por tres años (y contando...) en una pesadilla autoproclamada.
Recuerdo cuando despertaba totalmente adormecida. Odiaba la sola idea de abrir los ojos y ver el mundo tan igual. Tan lleno de maldad, de sueños rotos, de frustraciones, de nada.
Creo que muchos habran notado que siempre escribo acerca de la nada.Bueno, si lo hago es porque la viví realmente de cerca. Convivía en total pacifidad con ella. Despertaba con ella, me dormía con ella, hacía el amor con ella, porque la nada me hacía sentirme amada en soledad. Amada por nada...por nadie.

Pero un día (un bendito día, debo decir) me cansé de esto.
Me cansé de la nada, porque un día ella se marchó, tal como lo hacía el resto. Entonces me dí cuenta de que yo misma atraía mis desgracias. Pueden llamarle karma, ley de la atracción, pecados o blablabla, catalogarla como cualquier otra cosa en el mundo. Pero me dí cuenta de eso y ahí fue cuando comenzó la magia.
Desperté cansada de mi autoproclamado estado zombie.
Deje de recordar cosas tontas y empezé a maravillarme por el aire que magistralmente entraba por mis pulmones, y que a su paso parecía llevarse cualquier dolor. Y no me refiero a dolor físico, quiero decir que mi alma estaba por fin sanando.
Y aquí estoy. Sigo maravillandome por el milagro de despertar cada mañana.
Sigo maravillandome por el chico que me sonríe de forma coqueta.
Tengo 18 años, por Dios! Me falta vivir....no puedo darme el lujo de vivir sumida en los ayeres (si, "los ayeres"... fueron tantos!)

Y así fue como desperte... y así fue como comenzé a vivir.

Lo imposible no es imposible... es solo dificil de conseguir.